miércoles, 21 de mayo de 2008

Jornadas 2008. Presentación Berdichecksky.

LA SEGURIDAD EN LOS ACTOS (temario)


1. PREVISION DE MEDIDAS.

2. ACTOS CON PARTICIPACIÓN DE ALTAS AUTORIDADES CON SEGURIDAD DEL ESTADO


Nos referiremos al conjunto de las medidas que se deben adoptar desde los responsables de protocolo para dotar de una mayor seguridad a los actos , que por su importancia o atención de los medios de comunicación, o presencia de ilustres invitados, puedan ser objeto de atentados de cualquier tipo o de acciones encaminadas al deslucimiento del mismo.


1. PREVISION DE MEDIDAS


En los tiempos que vivimos, de cierta convulsión local o de actuación indiscriminada de ciertos individuos, es siempre recomendable la previsión de medidas que hagan más seguros los actos y no sean objeto de acciones externas opuestas a los fines por los que fueron organizados. Igualmente, se hace aconsejable la adopción de medidas extraordinarias encaminadas a evitar posibles incidentes o hacerles frente en caso de necesidad.

Normalmente, la cuestión de la seguridad no es competencia del profesional del protocolo. Pero es evidente que su trabajo repercute directamente en ello. Para la seguridad no es lo mismo planificar un acto en mitad de una calle muy concurrida de gente, que en un descampado a las afueras. O no es lo mismo que el invitado de honor sea el Presidente o un Gobernador.

En términos generales, el profesional del protocolo debe coordinarse muy de cerca con el responsable de seguridad en cuestión. No cerrar un programa sin antes conocer los criterios al respecto de la seguridad. Lo lógico es que se trabaje en común a la hora de planificar, para una vez aprobado el diseño del acto, afrontar cada uno sus propias competencias.

En aquellos actos en los que está prevista la participación de autoridades de cierto rango es preciso coordinar con sus respectivos servicios de seguridad o con la seguridad pública correspondiente, ya sea la gubernativa, o la local.
Es aconsejable ponerles en su conocimiento el contenido de los actos y lugar donde se celebrarán y si existiera temor o preocupación por la posibilidad de incidentes, solicitar la protección oportuna.

Disponer de servicios de seguridad privados es una decisión que corresponde al propio anfitrión, en orden a conseguir una más intensa protección, pero ello no exime de poner en conocimiento de la autoridad correspondiente el programa de actos. Así, por ejemplo, si por la celebración de un determinado evento, se prevé la congestión de una calle, debemos hacerlo saber a la policía local, a fin de que adopte las medidas oportunas, o si hubiera una extraordinaria concentración de invitados o público al Gobierno a fin de adoptar las medidas necesarias para garantizar el orden público y las posibles tareas de protección civil.

No es cuestión ahora de entrar en campos que no nos corresponden, pero sí de advertir de la necesaria coordinación con la seguridad pública. No obstante, creemos que puede ser útil que el profesional del protocolo tenga en cuenta algunas cuestiones encaminadas a garantizar una mayor seguridad en los actos o ceremonias. Hacemos un pequeño balance de estas medidas.


2. ACTOS CON PARTICIPACIÓN DE ALTAS AUTORIDADES CON SEGURIDAD DEL ESTADO


Se trata de personalidades que por su peculiar posición pueden ser objeto de posibles atentados, boicots o amenazas por parte de cualquiera, ya sea con ánimos violentos o de simplemente aprovechar su presencia para llamar la atención sobre otros problemas distintos. Desgraciadamente, muchos actos en zonas en crisis, a los que asisten autoridades importantes del Estado, son aprovechados por diferentes grupos para deslucirlos o impedirlos con el único pretexto de desviar la atención central de los medios de comunicación hacia ellos. Una huelga que se prolonga, va perdiendo interés informativo cada día, y la protesta sin seguimiento informativo termina por ahogarse. Surgen entonces intentos desmedidos en orden a reclamar atención sobre ese conflicto y el anfitrión del acto o la autoridad correspondiente puede sufrir las consecuencias. Y ya no hablemos de la posibilidad de un atentado criminal de cualquier índole.

Por ello, en todos estos casos, es preciso que el protocolo no complique más de lo necesario los aspectos referentes a la seguridad y proponga siempre las soluciones más sencillas y de acuerdo con los responsables de la seguridad que corresponden.

Algunas cuestiones que el jefe de protocolo debe tener en cuenta, a la hora de programar un acto:

§ Antes de elevar a definitivo un programa debe ser sometido al criterio de los responsables de la seguridad.

§ El programa es un documento reservado, que no debe trascender fuera del ámbito del organizador.

§ La difusión pública del mismo se hará de acuerdo con el criterio de la seguridad de la autoridad invitada.

§ No dar a conocer la fecha y hora del acto con excesiva antelación.

§ En caso de difusión a través de los medios de comunicación del programa, referirse únicamente a aquellos actos de carácter público, obviando otros detalles de movimientos, actividades privadas, ordenación de invitados, croquis de locales, accesos determinados, recorridos por calles y carreteras, dispositivos policiales, etc...

§ Prever siempre alternativas a los locales que alberguen los actos, si es posible, en previsión de amenazas o similares. Iguales, alternativas para los itinerarios de coche o de paseo, en colaboración con la Policía Local.

§ Los recorridos en coche, contra más cortos con menos inmuebles y con vías de escape, mejor. Más convenientes carreteras y calles con poco tránsito y semáforos.

§ Cuando es previsible la afluencia de público en calles o plazas o ante determinados edificios, colocación de vallas.

§ Los actos, preferibles en el interior, que al aire libre o en lugares de mucha concurrencia.

§ El acceso público debe efectuarse mediante estricta invitación de carácter personal, intransferible y numerada, o previa retirada de la localidad correspondiente. Es preciso el establecimiento de un control de acceso en las puertas para impedir el paso a los no invitados.

§ Control exhaustivo de las listas de invitación, que deben ponerse a disposición de los responsables de la seguridad. Nadie que no figure en las citadas listas debe ser invitado.

§ Entrega de credenciales para todas aquellas personas que no estando invitadas precisan de libre acceso (caso del personal de la organización, periodistas, camareros, etc...). La credencial es preferible con foto. La relación de acreditaciones debe ponerse en conocimiento de la seguridad.

§ Elección de locales que tengan fácil custodia desde el exterior.

§ Previsión de puestos alternativos de acceso o de salida.

§ Si hubiera varios actos, es preferible su celebración en el mismo inmueble.

§ Elaboración exhaustiva por los responsables de protocolo de la planimetría correspondiente a los actos.

§ Finalización de los preparativos de los locales con suficiente antelación para permitir la correspondiente revisión por parte de las fuerzas de seguridad.

§ Evitar las aglomeraciones en los accesos con ocasión de la llegada de las autoridades invitadas.

§ No prolongar innecesariamente el tiempo de los actos programados.

§ Previsión en todos los puntos de asistencia sanitaria (ambulancia, bomberos, servicio de protección civil, electricista, otros técnicos: gas, calefacción, etc...).


Son éstas algunas medidas que los profesionales del protocolo debemos tener en cuenta. Aunque, sin lugar a dudas, hay muchas más, creemos que éstas son suficientes para alertar de la necesidad de cuidar todos los detalles, siempre de acuerdo con los responsables de la seguridad correspondientes.